El 13 de junio de 2019 se firmó el Acuerdo de Asociación Estratégica para la implementación de la agenda 2030 (ODS) entre Antonio Guterres, Secretario General de las Naciones Unidas y el presidente del Foro Económico Mundial.
Sí se analiza ese memorándum no se ve quién autorizó la decisión de convertir a las Naciones Unidas en un organismo de múltiples partes interesadas. ¿Por qué se le otorga a una entidad comercial un acceso privilegiado a una institución mundial que sólo debería responder ante los Estados-nación?, ¿A quién representa el Foro Económico Mundial más allá de sus múltiples socios multimillonarios?. Éste acuerdo no ayuda al mundo sino que perjudica a todos los países. Las soluciones de la agenda 2030 tienen detrás a los multimillonarios del foro económico mundial, que no les interesa mejorar sus industrias contaminantes, que generan enfermedad en animales, personas y polución en el medio-ambiente, sino tener control sobre los todos los recursos del planeta y controlar a través de la agenda 2030 a la población.
En agosto de 2021, bajo el título “La ONU se convierte en socio de los multimillonarios verdes del Foro Económico Mundial de Davos”, se publicó un artículo en la revista Executive Intelligence Review que llamó la atención por la claridad con la que se exponía lo que hay en juego tras la Agenda 2030.
Decía así:
“La “asociación público-privada” del aparato de las Naciones Unidas y el motor global del Green New Deal conocido como el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés) en Davos, Suiza, va mucho más allá del obvio extremismo climático del Secretario General de la ONU, Antonio Guterres. Ya desde 2019 existe una “asociación” formal de los multimillonarios verdes del WEF y la burocracia de las Naciones Unidas.
Este acuerdo formal de 2019 se denomina Acuerdo de Asociación Estratégica de las Naciones Unidas y el Foro Económico Mundial para la implementación de la Agenda 2030, publicado por el WEF. Por citar sólo un párrafo del mismo:
“2. Cambio Climático: La asociación del Foro de las Naciones Unidas se centrará en lograr compromisos claros, medibles y públicos del sector privado para alcanzar la neutralidad de carbono para 2050.... La colaboración buscará... acelerar los compromisos y las plataformas para la cooperación público-privada en condiciones críticas - sectores emisores como el transporte, incluido el transporte terrestre, el transporte marítimo y aéreo, y la industria pesada, en particular el acero, el cemento, el petróleo y el gas y el aluminio, a fin de impulsar las transformaciones económicas necesarias para limitar el aumento de la temperatura global a no más de 1,5°C.”
Esto se refiere al anuncio del WEF en su cumbre en 2020, de la intención de utilizar la "tarificación del carbono" y los impuestos al carbono para reducir la actividad económica de las industrias mencionadas anteriormente. De hecho, el documento "Partnership" dice: "La asociación del Foro de la ONU se centrará en alinear los sistemas financieros y acelerar los flujos financieros hacia la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible". Los multimillonarios que impulsan la agenda verde y los administradores de fondos gigantes como BlackRock o Vanguard llaman a esto “cambiando billones”, es decir, cortando la inversión para forzar el abandono de las tecnologías intensivas en carbono de las que depende la industria moderna, para que inviertan en nuevas tecnologías.”
Lo que quiere decir a groso modo, es que van a someter a todos al régimen que los multimillonarios quieran, argumentando que es por el cambio climático y que tienes que hacer y obedecer lo que ellos exijan para que no se perjudique el planeta.
Cada uno de los puntos de la agenda 2030 implican el control total.
La agenda 2030 y sus objetivos dan carta abierta a los multimillonarios del Foro Económico Mundial a seguir sometiendo a la población, cuando éstos multimillonarios deberían ser auditados, investigados y sancionados debido a sus múltiples negocios sucios de trata de armas, de personas, de narcotráfico, lavado de dinero, adquisición de tierras y monopolios ilícitos. ¿Cómo puede ser posible que gente tan corrupta sea la que determine agendas en las Naciones Unidas? La única respuesta es la corrupción de esos organismos mundiales y como son organismos de control para implementar agendas que traen la degradación social, cultural, económica, y también la decadencia en cuanto la educación, salud y vida de los pueblos.
Hay que recordar que, si se analiza el documento de la Agenda 2030, el lenguaje usado es lo suficientemente ambiguo como para prestarlo a la interpretación de quien esté a cargo de su aplicación. Y que sus intenciones corresponden a los deseos perversos de multimillonarios que públicamente han hablado del desprecio que sienten por el ciudadano común, llamándolos plaga o gente inútil e innecesaria. Nos preguntamos: ¿Cómo podrían estas personas velar por un bienestar para los pueblos, si quieren reducir la población y reemplazarla con "inteligencia artificial", bots o robots?. Por donde veamos tenemos la misma respuesta: no se puede aceptar la agenda 2030, ya que sus gestores tienen sólo propósitos egoístas, genocidas y no velan por la felicidad de las personas.
Vemos que quieren establecer una dictadura global con su agenda 2030, y que a través de engaños quieren manipular la opinión pública para que la acepten. De ahí la reflexión para cada persona: Los que contaminan con sus industrias y transnacionales son los mismos que te ofrecen que aceptes esa agenda, y que quieren controlarte, pero ellos no se someten a sus propias reglas. Si ellos pueden controlar la economía, las tierras de cultivo, la salud, el agua, los mares, la educación, inclusive tu identidad sexual, que de bueno puede haber tanto poder en las mismas manos y en el ceder tus libertades a las mismas personas que han generado este mundo de desigualdades en el que vivimos. Y su justificación es que quieren eliminar la pobreza, según dicen ellos, cuando con el dinero que poseen ya la hubieran hecho, si ese fuera su verdadero anhelo. Pero no, se trata de control total y de resetear la economía y la vida de todos tal y como la conocemos para traer una esclavitud tecnológica nunca antes vista.
En el documento de la agenda 2030 hay brillantes mentiras generales para hacer creer a la gente que, si se entrega todo el poder a las Naciones Unidas y a la Agenda 2030, todo irá bien. Pero no, la Agenda 2030 es una trampa y sólo depende de que cada uno de nosotros no caigamos en ella.
Hay que felicitar a quienes están detrás de toda ésta actividad. Se ve que están en todo. Felicitaciones.