I. HUMANISMO REVOLUCIONARIO es acción consciente que toma características específicas en cada periodo histórico de la sociedad humana.
II. El HUMANISMO REVOLUCIONARIO es la revolución social contra los sistemas imperantes, contra el oscurantismo belicista, contra el dogmatismo materialista, contra la explotación infra-humana, soportada por millones de trabajadores, contra los amos del capital, contra la intransigencia y el dogmatismo religioso, contra el fanatismo económico, en suma, contra todo el mal organizado en desmedro de la consciencia humana.
III. EL HUMANISMO REVOLUCIONARIO trasciende todo concepto restringido de "humanismo" consagrado a las "artes liberales" del renacimiento y del "studia humanitatis" de los maestros de materias denominadas "humanidades".
IV. EL HUMANISMO REVOLUCIONARIO no está acondicionado por la filosofía especulativa de las ciencias humanas, más al contrario, al trascender todo conformismo dogmático, ilumina las condiciones de validez de toda la ciencia.
V. EL HUMANISMO REVOLUCIONARIO consiste en ver lo que se vive, como individuos en función de la sociedad, de la humanidad y no en función egoística e individual.
VI. EL HUMANISMO REVOLUCIONARIO no es tan sólo una nueva manera de considerar al individuo en sociedad, un nuevo método científico de comprender a la humanidad; sino, es la condición psicológica y social insoslayable para el establecimiento de una genuina historia humana en su afán consciente de superar la naturaleza animal, y elevarse a lo supra animal, a lo supra convencional, hacia la suprema realización del HOMBRE y la MUJER como tales en función eminentemente social.
VII. EL HUMANISMO REVOLUCIONARIO no es tan solo una simple "renovación" intelectual, es una transformación psicológica eminentemente consciencial, forja una nueva concepción del individuo, y forja un nuevo ser, quién afirma su vida útil en el ejercicio pleno de sus facultades creadoras para la instauración de un nuevo orden social que permita la gran realización humanista, confiada como responsabilidad de su propio destino.
VIII. El HUMANISMO bien entendido penetra en el espíritu de los grandes revolucionarios, con el objeto de recobrar los perdidos valores realmente humanos, y conquistar las virtudes coronadas, como el ideal supremo de los humanistas.
IX. EL HUMANISMO REVOLUCIONARIO no copia los valores clásicos establecidos en el pasado; sino, establece nuevos y dinámicos valores en el preciso momento histórico en el que vivimos.
X. La visión humanista abarca esferas que van más allí de lo simplemente común y convencional, o de lo vulgarmente tradicional; y se orienta hacia un mañana de transformación social basado en la aplicación del más alto sentido de responsabilidad humana.
XI. Humanismo y revolución constituyen un solo movimiento una sola acción, cuyas características fundamentales son: LA LIBERTAD, LA JUSTICIA, LA PAZ, EL TRABAJO CREADOR Y LA EDUCACIÓN CONSCIENTE.
XII. EL HUMANISMO REVOLUCIONARIO persigue como objetivo fundamental, el hacer del hombre y la mujer seres verdaderamente humanos, eliminando de su psiquis todos aquellos valores negativos que los sumen en el antihumanismo, la deshumanización y la inhumanización.
XIII. EL HUMANISMO REVOLUCIONARIO es la vivencia constante del individuo como "YO" en el "TU" y realizando el "NOSOTROS". Es humanista por excelencia, quien hace de su "YO" un "TÚ" como finalidad del amor. EL HUMANISMO REVOLUCIONARIO es la inversión del "YO" por el otro "YO" en reciprocidad consciente.
XIV. EL HUMANISMO REVOLUCIONARIO es la exclusión de toda subordinación al capital, los humanistas se hallan emancipados de todo tipo de ambición material.
XV. EL HUMANISMO REVOLUCIONARIO vive la ciencia y el arte de la POLÍTICA, entendida ésta como una filosofía de gobierno liberador. La política como ciencia y arte de gobernar sólo puede ser humanista, de lo contrario se convierte en politiquería (degeneración ética, desgobierno y mercantilización de la política).
XVI. EL HUMANISMO REVOLUCIONARIO es el rechazo total a todo tipo de discriminación, sea ésta de carácter económico, social, religioso, político, cultural, etc.
XVII. EL HUMANISMO REVOLUCIONARIO es el rechazo a toda forma de esclavitud psicológica, dependencia económica y sometimiento político.
XVIII. EL HUMANISMO REVOLUCIONARIO es la exaltación de los valores positivos del espíritu humano, en su afán libre por conocer e investigar los enigmas de la naturaleza, sin interferencias de autoridades políticas, religiosas o científicas en el campo de la experiencia, la razón, la consciencia, el cosmos, etc., buscando la perfección del conocimiento, penetrando así en el conocimiento divino y en el orden divino.
XIX. EL HUMANISMO REVOLUCIONARIO es la doctrina del amor enseñada por los auténticos religiosos de todos los tiempos y lugares, es cristiano por excelencia; sin embargo, sostiene una lucha sin cuartel contra los traficantes de la religión y los comerciantes de la fe. La máxima autoridad humanista es la Divinidad.
XX. EL HUMANISMO REVOLUCIONARIO se orienta hacia una sociedad socialista sin dictaduras, sin capitalismo estatal, sin persecuciones religiosas, sin élites partidarias, sin armas, sin guerras, sin odios, sin hambre, sin miseria. EL HUMANISMO REVOLUCIONARIO lucha por la instauración de una nueva sociedad: la nueva sociedad humanista.
XXI. EL HUMANISMO REVOLUCIONARIO es la sustentación del trabajo productivo de hombres y mujeres libres, utilizada conjuntamente en una concentración de capacidades individuales en beneficio de la humanidad y del mundo entero.
XXII. EL HUMANISMO REVOLUCIONARIO es la exclusión del trabajo y beneficio individual, es la exclusión del egoísmo; es la exclusión del: "primero yo, luego yo y después yo..."
XXIII. EL HUMANISMO REVOLUCIONARIO no puede ser jamás un aliado de los sistemas totalitarios de gobierno, sustentados por una filosofía materialista y atea, que propugnan la destrucción del elemento humano que no participa de sus aberraciones.
XXIV. EL HUMANISMO REVOLUCIONARIO no busca jamás: "destruir a la reacción, o destrozar a la reacción", sino incorporar a sus miembros a una nueva sociedad, no como elementos continuistas de explotación, sino como coadyuvantes necesarios en la producción. No busca someter a los capitalistas a una dictadura, sino incorporarlos a una nueva actividad eminentemente humanista: LA COOPERACIÓN.
XXV. EL HUMANISMO REVOLUCIONARIO se orienta hacia una economía administrativa eminentemente humanista, entendida ésta, como el indiscutible sistema de distribución de la riqueza en beneficio directo de la universalidad humana.
XXVI. EL HUMANISMO REVOLUCIONARIO es la aplicación práctica y disciplinada del máximo potencial productivo de la individualidad, como ser humano, no como máquina.
XXVII. EL HUMANISMO REVOLUCIONARIO es incompatible con el pseudo "humanismo" concebido por inconfesables intereses de la burguesía fascista e imperialista y tampoco comulga con el concepto de "humanismo" esgrimido por corrientes pseudo "ecologistas" pseudo "pacifistas" y culturalistas, financiadas ocultamente por el capitalismo internacional.
XXVIII. EL HUMANISMO REVOLUCIONARIO es incompatible con el pseudo "humanismo" pregonado por el deshumanizante marxismo – leninismo, el etnoculturalismo, ni el ambiguo socialismo del Siglo XXI. Así mismo rechaza la mascarada que bajo el rótulo de "humanismo" camufla un libertinaje degeneratriz y las ansias de apropiación de las reservas ecológicas de los pueblos del tercer mundo.
XXIX. EL HUMANISMO REVOLUCIONARIO es la feliz satisfacción de las necesidades vitales, tanto materiales como espirituales, del individuo, en armonía con la humanidad y la naturaleza.
XXX. EL HUMANISMO REVOLUCIONARIO no exige el sacrificio del individuo por utopías comunistas, ni por dadivas imperialistas, ni por los conceptos aberrantes de: raza, nación, patria, clase, partido, secta, etc. Ni por la exaltación del "colectivismo", ni el superpoderío de la tecnología; sino EL HUMANISMO REVOLUCIONARIO enseña el voluntario sacrificio muy bien entendido, por una vida no solo mejor, sino, feliz y plena, no de sí mismo, sino la familia humana, de la sociedad humana, de la humanidad. El humanismo enlaza al ser humano en una comunión de amor y humanismo consciente y heroico.
XXXI. EL HUMANISMO REVOLUCIONARIO lucha por extinguir y abolir la creciente deshumanización e inhumanización a la que es sometido el individuo. El HUMANISMO REVOLUCIONARIO busca hacer del hombre y la mujer auténticos SERES HUMANOS, busca liberarlos de su deprimente estado de "animales racionales" y realizar así al auténtico SER HUMANO.
XXXII. EL HUMANISMO REVOLUCIONARIO colocará la loza sepulcral sobre las cenizas del comunismo y de todo capitalismo imperialista.
XXXIII. EL HUMANISMO REVOLUCIONARIO es universalidad humana y busca hacer auténticos políticos; pero, no sólo políticos; auténticos trabajadores, pero no solo trabajadores, sino; hombres y mujeres, muy humanos, humanistas y hermanos a través del tiempo y el espacio.
XXXIV. EL HUMANISMO REVOLUCIONARIO establece una clara definición del individuo en su proyección social: el individuo es la célula de la familia y la familia es la célula generatriz de la sociedad, de la humanidad, del mundo. La sociedad, la humanidad, el mundo son la extensión del individuo, y lo que es el individuo, es la sociedad.
XXXV. El HUMANISMO REVOLUCIONARIO es transformación voluntaria del individuo. Si el individuo se transforma íntegramente, eliminando de sí los valores nefastos, negativos y acostumbrados, eliminará consecuentemente los males, los vicios, la explotación, la miseria, y la degeneración que asolan a la humanidad y transformará la humandiad... Realizará la TRANSFORMACIÓN SOCIAL DE LA HUMANIDAD.
XXXVI. El HUMANISMO REVOLUCIONARIO, al luchar por la Transformación Social de la Humanidad, llega hasta el sublime sacrificio de la vida humanista en el inmaculado altar de la Patria: EL MUNDO. La gran guerra humanista iniciada contra todo sistema de aberraciones intelectuales NO significa destrozar, matar a quienes posean convicciones contrarias a nuestro ideal humanista, sino, iluminar el oscurantismo de su ignorancia con la Luz de la Sabiduría, la consistencia del Amor y el fuego de la Paz. La Sabiduría, el Amor y la No violencia, constituyen las armas con las que transformaremos la consciencia boliviana, luego la consciencia latinoamericana, y finalmente la consciencia mundial.... Transformaremos a la humanidad.
Principios escritos por el Humanista Dr. Juan Santa Cruz Torrez